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jueves, 6 de septiembre de 2012

LA REFORMA UNIVERSITARIA

Ver anteriror: RADICALISMO: POLÍTICA SOCIAL

Los estudiantes


Durante el primer gobierno radical se produjo un movimiento estudiantil que reclamaba la Reforma Universitaria. Este movimiento surgió en Córdoba y se extendió no solo a otras universidades nacionales sino latinoamericanas, reclamaba el gobierno autónomo de las Universidades con la participación de los estudiantes, egresados y profesores; docencia libre, asegurando la existencia de cátedras paralelas a las existentes o nuevas, y asistencia a clase en forma libre, además de reivindicar la unidad latinoamericana y la solidaridad con los obreros. Como consecuencia de este movimiento, en 1918 las universidades reformaron sus estatutos y posibilitaron la puesta en práctica de las medidas solicitadas a excepción de la unidad latinoamericana y obrera, que no dejaron de ser sólo una declaración de deseo.

Ineficaz en el terreno económico, en el que no se adoptaron medidas de fondo ni se previeron las consecuencias del cambio que se operaba en el sistema mundial después de la guerra, el gobierno de Yrigoyen fue contradictorio en su política obrera, paternalista frente a los casos particulares, pero reaccionaria frente al problema general del crecimiento del proletariado industrial. Sin embargo, satisfizo a vastos sectores que veían en él un defensor contra la prepotencia de las oligarquías y un espíritu predispuesto a facilitar el ascenso social de los grupos marginales. 

Cuando Yrigoyen concluyó su presidencia, su prestigio popular era aún mayor que al llegar al poder. A él le tocó designar sucesor para 1922, y eligió a su embajador en París, Marcelo T. de Alvear, radical de la primera hora, pero tan ajeno como Yrigoyen a los problemas básicos que suscitaba la consolidación del poder social de las clases medias. Aunque los dos representaron en sus gobiernos al partido radical, eran muy diferentes entre sí y representaban a distintos sectores sociales.

Yrigoyen fue quien definió y representó al radicalismo, al más característico del período. Es él quien enarbola la nueva postura del Estado y de la administración de la cosa pública que le valió el nombre de "la causa" que encarnaba lo honesto, lo puro, la verdad del sufragio, la defensa de la Constitución, todo esto frente a la corrupción del pasado "régimen" como se dio en llamar al gobierno de la etapa anterior. 

Esta diferencia se pone de manifiesto con la división del partido en dos corrientes internas que hizo eclosión a partir de 1922 con el surgimiento de la corriente interna del "antipersonalismo" que apoyaba a Alvear, que expresaba los intereses tradicionales de la elite, que veían de mala manera el populismo y el personalismo de Yrigoyen.

Ver siguuiente: EL GOLPE DE ESTADO DE 1930.